Old Trafford a los pies del comandante
Día marcado en rojo en el calendario de todos los aficionados 'red devils'. El Manchester United se enfrentó al Newcastle en casa en lo que fue el retorno de Cristiano Ronaldo 12 años después a la que fue su casa. La emoción e ilusión se pudo palpar en el ambiente. El estadio era una auténtica fiesta para recibir a su hijo pródigo. Solskjaer no dudó y alineó al astro portugués desde el comienzo y todas las miradas se centraron en él. El balón echó a rodar y con él todas las esperanzas de la grada. El guion de los primeros minutos fue el esperado y los 'red devils' asediaron la portería de las 'urracas'. Muy poco tardaron en hacer de las suyas la dupla portuguesa. Bruno Fernandes se asoció con su compatriota y por poco no puso el primero el nuevo '7' del United. Se relamió el tanto el 'Bicho' en apenas cuatro minutos de juego. Estaba claro que todo el ataque de los pupilos de Solskjaer iba a pasar por las botas de Cristiano y sus compañeros no cesaron en su intento de surtirle de buenos balones para que tratase de anotar el tanto. No obstante, hay veces en el que la pelota no quiere entrar y el '7' comenzó a desesperarse.
Nada más lejos de la realidad, ya que el Manchester fue un auténtico vendaval sobre la portería rival, aunque, todo sea dicho, el Newcastle defendió a las mil maravillas y apenas dejó espacios entre su defensa. El plan de las 'urracas' fue claro: defender como prioridad y salir al contragolpe. Y poco a poco, esa estrategia fue surtiendo efecto. Las llegadas de los de Bruce comenzaron a sucederse y De Gea tuvo que intervenir para evitar males mayores. Sin embargo, nunca hay que subestimar a Cristiano, que al filo del descanso dio propinó su primer golpe. Aunque todo el mérito fue de Greenwood, el '7' estuvo en el lugar indicado para recoger el rechace de Woodman y abrir la cuenta en su nuevo debut en el 'Teatro de los Sueños'.
La segunda mitad siguió el mismo guion que en el primer acto, tras un empate momentáneo del Newcastle, seis minutos después para ser exactos, Shaw subió el esférico hacia el área rival y el portugués recogió el esférico en el interior del área, donde con un trallazo volvió a batir a Woodman. A partir de ese momento, el partido se volvió una auténtica ida y vuelta de ocasiones para ambos conjuntos. La recta final del choque solo tuvo un equipo sobre el césped y ese fue el de casa. El United jugó a su antojo. Lingard y Pogba fueron la batuta de una tren bala que ya navegaba hacia la victoria.
En el minuto 80, Bruno Fernandes sacó la varita y, con una demostración de potencia y colocación, puso el tercero en el luminoso. Todo hizo indicar que los tres puntos se quedarían en casa y así fue. No obstante, todavía hubo tiempo para otra delicia más: Pogba se vistió de mago y, con la ayuda de Martial, puso en bandeja un caramelo en forma de pase para que Lingard hiciera el tanto de la sentencia. No hubo tiempo para más y Old Trafford vivió su particular sueño con un Cristiano como el gran dios del encuentro. Sin duda, no pudo haber mejor comienzo para el 'Bicho', que ya tiene a toda la afición de los 'red devils' en el bolsillo y tratará de brindarle muchas alegrías durante la temporada.