El legado de Bielsa en Leeds
Se dice que un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa. Esta frase define a la perfección a un hombre como Marcelo Bielsa. El técnico argentino con pasado en Bilbao y Marsella es cesado de su cargo en Elland Road tras una derrota por cuatro a cero en casa a manos de los Spurs, habiendo recibido diez goles en dos partidos y a tan solo dos puntos del descenso. Estos registros serían más que suficientes para que un entrenador "cualquiera" fuera echado a las patadas y silbado por su afición. Sin embargo, el ambiente en Leeds es totalmente distinto, el sentimiento generalizado es de tristeza como el de una viuda que ha perdido a su marido.
Los casi cuatro años del rosarino en el club han no solo marcado a una hinchada entregada a su técnico como pocas veces se ve en este ingrato deporte, sino también un cambio significativo en un club que vago por la Champioship por dieciséis años, hasta que en la temporada 2019-2020, Marcelo Bielsa logra levantar al gigante dormido que era Leeds con un fútbol ofensivo excepcional, que encandilo a la grada y lleno de orgullo a una plantilla que creía en su visión. Tanto así, que en la siguiente temporada a la del ascenso logró un histórico noveno puesto, siendo así la mejor posición lograda por un recién ascendido en la historia de la Premier League.
El paso de Bielsa por el Leeds será recordado por muchas curiosidades como el caso de espionaje ante el Derby Country, su muestra de fair play ante el Aston Villa, las dificultades de Diego Flores, traductor de Bielsa, para traducir las locuras de un loco, los halagos de técnicos rivales de la talla de nombres como Jürgen Kloop o Pep Guardiola, pero sobre todo devolverle el orgullo a un club como el Leeds que a pesar de las lesiones y el corto plantel que tienen esta temporada han sabido plantar cara a toda una Premier League, siempre creyendo en su técnico, en su estilo vertical, en la salida del balón desde el fondo y sobre todo ayudándolo a construir su legado en la ciudad de Leeds. Gracias por las memorias, Marcelo.